Pepe Mujica recibió la máxima condecoración que otorga Brasil

Al recibir la Orden Nacional de la Cruz del Sur, el exmandatario uruguayo dijo que no era un hombre de premios ni de medallas, sino un hombre que ha hecho lo que ha podido por su pueblo.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, entregó en Uruguay la Orden Nacional de la Cruz del Sur, la máxima distinción que el Estado brasileño otorga a personalidades extranjeras, a su amigo y exmandatario José '"Pepe" Mujica (2010-2015), a quien describió con emoción como la persona más extraordinaria que ha conocido.

La condecoración brasileña tomó por sorpresa a Mujica, quien no supo del homenaje hasta la llegada de Lula. “Esta orden es la más importante del Brasil. Esta medalla que estoy entregando a Pepe Mujica no es por el hecho de que haya sido presidente de Uruguay, es por el hecho de que es mi amigo”, indicó Lula desde un jardín de la casa del exmandatario uruguayo a las afueras de Montevideo.

"Soy un hombre del pueblo"

Mujica le agradeció al presidente brasileño, quien lo tomó de la cabeza y le dio un beso en la frente. Luego, el uruguayo se recostó sobre el hombro de Lula, y este le palmeó el rostro. "No soy un hombre de premios ni de medallas. Soy un hombre del pueblo que ha hecho lo que he podido por mi pueblo y nada más, pero este es un amigo de muchos años", afirmó Mujica, de pie y apoyado en un bastón, a sus 90 años, en declaraciones recogidas por el medio uruguayo la diaria.

El mandatario brasileño, quien viajó a Uruguay para asistir a la cumbre del Mercosur, precisó con una voz quebradiza de emoción: “Conozco muchos presidentes, muchos. Siempre traté de tener una relación con ellos de amistad, yo digo siempre que la gente no escoge hermanos, la gente no elige si quiere hermanos. Ahora, a un compañero la gente lo elige. De todos los presidentes que conocí, que hice amistad y que conviví muchos años, Pepe Mujica es la persona más extraordinaria que conocí. Él fue un presidente elegido por mí para ser mi compañero”.

“Gracias, querido, vos también. (...) Todavía tenemos enormes deudas sociales con los débiles de nuestra América, ojalá podamos un día pagarla. Somos un continente rico con demasiado pueblo pobre. Gracias, Lula. Gracias por tu vida", respondió Mujica. Además, remarcó que Lula era de lo mejor que ha visto pasar Latinoamérica y le deseó una larga vida y que "repita", en referencia a las próximas elecciones de 2026, para las cuales el presidente brasileño todavía no ha confirmado su candidatura. En la intimidad, y según informó la diaria, Mujica le pidió a Lula que peleara por los pobres brasileños durante su gestión.

Varios encuentros

El presidente brasileño fue a la chacra del expresidente uruguayo junto a una importante comitiva de funcionarios de gobierno y seguridad. Una hora antes, había llegado el presidente electo, Yamandú Orsi, que entró a la casa de Mujica y estuvo reunido con él hasta que llegó el líder del Partido de los Trabajadores (PT). Todos se saludaron y conversaron alrededor de más de 20 minutos, hasta que dejaron pasar a la prensa para tomar imágenes.

El exmandatario tuvo una de las jornadas con más actividad desde que le detectaron un cáncer hace unos meses, puesto que en el mismo día también recibió en su hogar al canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, y el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, todo en menos de seis horas. El uruguayo anunció en abril que tenía un tumor en el esófago, lo que provocó una lluvia de muestras de apoyo de parte del progresismo latinoamericano, pero en agosto explicó que se estaba recuperando gracias a un tratamiento de radioterapia.

Mientras que el canciller aclaró tras su encuentro que se trató de una visita de cortesía a un líder regional importante, Perciballe fue a ver a Mujica para tomarle declaración como testigo de los episodios del 14 de abril de 1972, fecha en la que el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) organizó una serie de ataques contra los Escuadrones de la Muerte que derivó en la respuesta de las fuerzas paraestatales. En total, en esa jornada murieron 13 personas. Al día siguiente, el gobierno de Juan María Bordaberry decretó la ley marcial y diez días después el estado de guerra interno, dando pie a la escalada represiva de las Fuerzas Armadas.

Más de un reconocimiento

Mujica también recibió en su casa al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien lo condecoró con la Orden de Boyacá en el grado de Gran Cruz Extraordinaria, el máximo galardón que el Estado colombiano otorga a una personalidad extranjera.

De acuerdo a Petro, se trata de una condecoración de reconocimiento y estímulo, creada para premiar los esfuerzos y los sacrificios de los próceres, que fue otorgada al expresidente uruguayo por ser un destacado defensor de la paz y un firme promotor del diálogo, hecho que coincide con las ambiciones del gobierno colombiano de prosperar en su búsqueda pacífica de la paz, producto de las medidas que tomó sobre todo durante el período de tiempo que estuvo en la presidencia.

El presidente izquierdista de Colombia conformó la guerrilla del M-19 en su juventud y se identifica con Mujica, quien formó parte del MLN-T. "Ambos terminamos dejando las armas porque entendimos que la paz era lo más importante y lo más revolucionario de una sociedad", dijo Petro al mencionar la incorporación de los dos a la vida política democrática. Cuando era presidente, Mujica apoyó el proceso de paz que supuso el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2017.